El volante nacional, incluso, sostuvo: "En América me calmaron el hambre". Un repaso por la vida de este jugador que explotó rápidamente, pero que luego cayó en errores que siempre rodean al fútbol.
Tiraba un sombrero, pasaba el balón por entre las piernas de los rivales, aceleraba, driblaba, definía de media y larga distancia. Un intérprete de la extraviada osadía en las canchas.
Sin embargo, a sus 19 años, cuando empezaba a aflorar, cayó derrotado en el que hasta el momento ha sido el partido más duro de su vida. "Cuando se murió mi mamá, empecé a pensar en muchas tonterías... No quería jugar, no quise volver a Italia, rescindí mi contrato, me tiré al abandono, empecé a trasnochar", reconoció Johnnier Montaño en charla con Diario MÍO.
Sus días transcurrían en medio de permanentes nubarrones. La diversión que antes hallaba en los campos, pasó a encontrarla en las noches de la 'Sucursal del cielo'. "Empecé a mal gastar la plata, porque pensaba que ahí encontraba a los amigos... Regalaba plata aquí y allá. Se comenten muchos errores cuando uno gana tanta plata a tan corta edad", reveló el creativo vallecaucano, próximo a cumplir 29 años.
A Italia llegó para vestirse con los colores del Parma y continuar con la fecunda historia que había iniciado 'el Tino' Asprilla. Luego se atavió con las del Verona y Piacenza. Fueron cerca de cinco temporadas con un impetuoso inicio y un discreto final. Pese a ello dejó su nombre en lo más alto.
"En Italia dicen que después de que me vine de allá no volvió a haber fútbol, porque me fue bien", manifestó con la madurez y sencillez que no lo hace olvidar de sus épocas de formación y de sufrimiento.
"En el América le calmaron el hambre a mí a mi familia (...) Yo llegué a los 10 años. Mi papá se había muerto y mi mamá fue donde don Guillermo Ruiz y le dijo que si no nos colaboraba con lo del arriendo, teníamos que irnos. Desde ese momento me empezaron a colaborar con lo del arriendo y con una remesa mensual", comentó y añadió: "Lo del descenso del América dolió muchísimo, hasta lloré de la impotencia, porque no pude estar allí aportando".
Montaño, actualmente en el Alianza Lima peruano, además experimentó las culturas de Catar y Turquía, de donde salió despavorido: "El racismo en Turquía es muy tenaz. No entendía nada de lo que me decían, pero era bastante difícil donde vivía y cuando salía a la calle. Por eso decidí cancelar mi contrato y devolverme al Alianza".
Conoció la pobreza, salió de ella y gracias a la mano de su esposa, Janeheire Barona, no retornó a las penurias. "Vivo feliz. Disfruto de mi familia y no me arrepiento de lo que hice. Le doy gracias a Dios que me hizo tocar fondo y me dio otra oportunidad para volver a jugar al fútbol", finalizó.
Frase:
"El sueño de la Selección ya lo perdí. Por encima de mí hay jugadores muy buenos que están en mejores ligas. Me duele cuando no llaman a mi hermano, pero yo le digo que tiene que trabajar el doble para que las recompensas lleguen".
Dato:
Montaño tiene contrato por un año más con el Alianza Lima, pero tiene dos tentadoras ofertas del Vasco da Gama y el Gremio de Brasil.
Fonte: FutbolRed.com